Volver 29/11/2022 Eólica

Greenalia avanza en su desarrollo eólico en España con un nuevo parque eólico (19 MW) en fase de información pública, Coto Muíño

  • Con una inversión prevista de 16 millones de euros, esta instalación permitirá evitar la emisión de 27.000 toneladas de CO2 a la atmósfera

Greenalia avanza en la tramitación de su cartera eólica en España y somete a la fase de información pública un nuevo parque eólico, Coto Muiño. Tal y como recoge el DOG de hoy, se trata de una instalación con una potencia instalada de 19,2 MW y una inversión prevista de 16 millones de euros.

Este nuevo parque contará con 4 aerogeneradores en el municipio coruñés de Zas. Las máquinas tendrán una altura de buje de 127,5 metros y 145 de rotor. El proyecto prevé una producción anual de 73.626 MWh, lo que permitirá evitar la emisión de 27.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Para el desarrollo de este nuevo parque, se han seleccionado zonas de alto recurso eólico con el mínimo impacto en el entorno. Se sitúa fuera de áreas o espacios protegidos como IBA, reservas o monumentos naturales, así como zonas ZEP y Reserva de Biosfera.

En cuanto al paisaje, la baja densidad de máquinas y el efecto pantalla de la vegetación y la orografía lo hace perfectamente compatible con el entorno. En referencia a la avifauna, no se prevé afección al no tratarse de una zona con alta densidad de aves ni quirópteros, ni estar incluida en las rutas migratorias.

La zona de implantación es mayoritariamente de eucalipto y matorrales por lo que una vez concluidas las obras serán fácilmente revegetadas las zonas afectadas en la fase de construcción.

Por último, en lo que respeta al patrimonio cultural, se ha establecido un paquete de medidas preventivas y correctoras para evitar cualquier tipo de impacto en los bienes existentes en la zona. En estas medidas destaca la delimitación de los yacimientos (áreas de protección integral y áreas de cautela) ya en la propia cartografía de obra. Así mismo se aprovecharán los viales existentes para evitar impactos a lo que se suma el control arqueológico presencial a pie de obra de todas aquellas acciones de obra, ya sean desbroces, acondicionamientos o cualquier movimiento de tierra, que se ejecuten dentro de sus áreas de cautela.

 

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